

Gobierno sirio afirma que cesaron los comabtes en Sueida y fuerzas tribales se retiran
Los combates cesaron en la ciudad de Sueida en el sur de Siria, que fue recapturada por combatientes drusos y estatales enviados a la región donde más de 900 personas han muerto en la violencia sectaria, informó el gobierno.
Los combatientes drusos expulsaron el sábado a las facciones armadas rivales, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, luego de que el gobierno ordenara un alto el fuego tras un acuerdo mediado por Estados Unidos para evitar una intervención israelí.
"Sueida fue evacuada de todos los combatientes tribales y los enfrentamientos en los barrios de la ciudad cesaron", afirmó en Telegram el portavoz ministerial, Nureddin al Baba.
El presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, había anunciado el sábado un alto al fuego inmediato, pero combatientes tribales sunitas y beduinos, aliados de las autoridades nacionales, avanzaron hacia Sueida, de mayoría drusa.
Al final de ese día, sin embargo, los drusos se hicieron con el control de la ciudad, mientras proseguían los choques en otros puntos de la provincia de Sueida.
"Ya no hay beduinos en la ciudad", añadió Basem Fajr, portavoz del Movimiento de Hombres Dignos, una de las dos principales facciones armadas de la comunidad drusa.
- Comercios saqueados -
Poco antes del anuncio del gobierno, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, urgió a las fuerzas de seguridad del gobierno sirio impedir la entrada de "yihadistas violentos" al sur del país.
Los combatientes tribales acudieron en las últimas horas a Sueida desde otras partes de Siria para apoyar a los beduinos, que han estado en conflicto con los drusos desde el pasado 13 de julio.
Al menos 940 personas murieron en los enfrentamientos entre estas comunidades minoritarias, en los que participaron también fuerzas gubernamentales, según el OSDH, una oenegé dotada de una extensa red de informantes sobre el terreno.
Un corresponsal de la AFP vio este sábado decenas de viviendas y vehículos quemados, así como hombres armados incendiando comercios, luego de saquearlos.
Algunos, con las caras cubiertas, disparaban con armas automáticas en las calles mientras otros se desplazaban en autos o motocicletas.
Un combatiente llevaba en la cabeza una banda negra con la profesión de la fe islámica inscrita.
Los drusos, miembros de una rama del islam chiita, son vistos con desconfianza y hostilidad por los islamistas sunitas, columna vertebral del nuevo poder sirio instalado tras el derrocamiento en diciembre de Bashar al Asad, perteneciente a otra minoría, la alauita.
- "No nos queda nada" -
En Sueida, ciudad de unos 150.000 habitantes, los residentes se han mantenido refugiados en sus casas sin agua ni electricidad y con las comunicaciones cortadas.
Los alimentos escasean, a pesar de las reiteradas solicitudes de ayuda humanitaria.
Un fotógrafo de la AFP vio cadáveres en descomposición cerca del principal hospital de la ciudad siendo transportados a una fosa común cercana, porque la morgue estaba a capacidad máxima.
Un médico dijo a la AFP que la instalación había recibido más de 400 cadáveres.
Las fuerzas de seguridad fueron desplegadas este sábado en la provincia, con el propósito declarado de proteger a los civiles.
Un corresponsal de la AFP vio fuerzas gubernamentales erigiendo un puesto de control cerca de otra población al norte de Sueida, pero el avance de los combatientes tribales fue imparable.
El portavoz del ministerio del Interior, Al Baba, dijo a la AFP que las fuerzas de seguridad habían sido desplegadas "para proteger la propiedad pública y privada y garantizar la seguridad de los civiles".
Un corresponsal de la AFP constató que algunos combatientes tribales se retiraron de la ciudad el sábado por la tarde, y que hombres armados estaban arrastrando cadáveres por las calles.
Al menos 87.000 personas han sido desplazadas por el conflicto, de acuerdo con datos de la ONU.
Una serie de vídeos violentos sobre el conflicto han circulado recientemente por las redes sociales, algunos mostrando lo que parecen ser ejecuciones de personas vestidas de civil y humillaciones a clérigos drusos ancianos.
Decenas de personas han ofrecido impactantes testimonios sobre la muerte de sus seres queridos. Un residente que logró abandonar la ciudad hace varios días dijo a la AFP que "no nos queda nada".
"La mayoría de la gente que conocemos, nuestros familiares y amigos, están muertos", dijo el residente, quien pidió el anonimato por razones de seguridad.
"Sueida está destruida y estamos intentando mantener a nuestras familias alejadas de aquí hasta que se acabe esta locura", dijo.
strs-lar/lg/ami/rnr/avl/eg/mas/ag
R.Gutierrez--RTC