

Oklahoma se pone a un triunfo del título de la NBA ante unos Pacers tocados
Con 40 puntos de Jalen Williams, los Oklahoma City Thunder derrotaron este lunes 120-109 a los Indiana Pacers y se colocaron a sólo una victoria de proclamarse campeones de la NBA.
Los Thunder dominan las Finales por un global de 3-2 y tendrán su primera oportunidad de coronarse en el sexto juego, que se disputará el jueves en Indianápolis.
En caso de victoria local, las Finales se alargarían a un séptimo y definitivo partido, el domingo en Oklahoma City, por primera vez desde 2016.
Las perspectivas son cada vez más oscuras para los Pacers, que se encuentran por primera vez abajo en una eliminatoria de estos playoffs y además su estrella, Tyrese Haliburton, jugó este lunes completamente limitado por unos problemas físicos.
El base tuvo que ser atendido en el vestuario al inicio del juego por una contractura en el gemelo de la pierna derecha, que ya le dio muchos problemas durante los partidos de la pasada semana.
Haliburton terminó la primera mitad con el casillero en blanco por primera vez en su carrera en postemporada y concluyó la noche con 4 puntos, todos de tiros libres, tras fallar sus seis lanzamientos de campo.
"Hablamos en el descanso y él insistió en jugar", dijo el entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, sobre el compromiso de su jugador talismán.
"Son las Finales. He trabajado toda mi vida para estar aquí y quiero ayudar a mis compañeros en todo lo que pueda", afirmó el propio base. "No estuve muy bien esta noche, pero ni se me pasa por la cabeza no jugar. Si puedo caminar, quiero jugar".
Incluso con los problemas de Haliburton, los irreductibles Pacers plantaron cara a los favoritos Thunder recortando una desventaja de 18 puntos hasta sólo dos al inicio del último cuarto.
Cuando los 18.000 aficionados del Paycom Center se temían una nueva remontada milagrosa de Indiana, como la del primer juego, los Thunder resistieron la presión de la mano de Williams y Shai Gilgeous-Alexander, que se combinaron para anotar 71 puntos.
- La noche de Williams -
El canadiense Gilgeous-Alexander, Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada, terminó con 31 puntos y 10 asistencias pero cedió por una vez el protagonismo a Williams, que firmó la mejor noche de su carrera.
"Mis compañeros me dan mucha confianza, me piden que sea yo mismo", dijo el polivalente alero, que esta temporada se estrenó en un Juego de las Estrellas.
Williams, de 24, años dijo que la experiencia del primer partido, cuando desperdiciaron una ventaja de 15 puntos en el último cuarto, les había ayudado a cerrar la victoria.
"Esta noche ha sido exactamente igual que el primer partido. Aprender de estas Finales es lo que hace bueno a este equipo", señaló.
Williams, elegido en el duodécimo lugar del Draft de 2022, integra el núcleo de jóvenes en los que Oklahoma City confía para dominar el futuro de la liga, junto a Gilgeous-Alexander y Chet Holmgren (9 puntos).
Debutante esta campaña en un Juego de las Estrellas, Williams es el quinto jugador menor de 25 años en encadenar tres juegos con al menos 25 puntos en las Finales.
- Remontada contenida -
Oklahoma City asumió el control del partido al principio del primer cuarto y despegó aprovechando las limitaciones de Haliburton. Extraviado su director de orquesta, los Pacers cometieron 22 pérdidas de balón, el doble que su rival.
Pero Indiana, el equipo que nunca se rinde, resurgió en el tercer cuarto de la mano de su gran revulsivo, T.J. McConnell.
El base suplente anotó 13 de sus 18 puntos casi consecutivamente para que Indiana se acercara 81-76. En el último parcial, el camerunés Pascal Siakam (28 puntos) tomó el relevo con 12 tantos en sólo cuatro minutos.
Un triple del camerunés acercó a dos puntos a Indiana (95-93) a nueve minutos del final, lo que activó todas las alertas para Oklahoma City en estas Finales llenas de remontadas inverosímiles.
Inmediatamente después, los locales pusieron distancia de por medio gracias a otro triple de Williams y un robo providencial y volcada en contragolpe de Cason Wallace.
Las gradas estallaron de júbilo y los Pacers ya no pudieron levantarse nuevamente. Ahora están obligados a ganar el jueves para impedir que los Thunder celebren el segundo título de su historia y el primero desde la mudanza desde Seattle.
G.Abbenevoli--RTC